lunes, 17 de febrero de 2014

Marvel: 1602

Guión: Neil Gaiman.
Dibujo: Andy Kubert

El cómic a reseñar es la miniserie de ocho números titulada 1602, un cómic con aires de What If, buscando dar respuesta a un interrogante, formulando una pregunta en la que, con un universo definido pensamos en qué hubiera pasado si las cosas no hubieran sido de la misma manera, cómo por ejemplo qué habría pasado si el simbionte no se hubiera separado de Peter Parker. En el caso del presente cómic la pregunta que se contesta es la de qué pasaría si los superhéroes actuales hubieran aparecido en plena era isabelina en el Siglo XVII.


Portada con los principales personajes de la miniserie de ocho números




Con un buen dibujo de Andy Kubert y gran guión de Gaiman que siempre deja espacio para las sorpresas argumentales, bien apoyado en su apartado gráfico por Kubert en todo el contenido pero con escenas reseñables como la aparición de Thor o la de los Cuatro Fantásticos, así como los X-men de Carlos Javier. Esta obra es recomendable para leer por su atractivo dibujo, su buen guión que hace de ella una historia quizá no de las imprescindibles de la editorial Marvel como ciertas etapas de los Vengadores o de los X-men, pero en mi opinión es un buen cómic para todo los públicos por su carácter autoconclusivo, aunque desarrollaron una segunda parte de 1602 con peor dibujo en mi opinión, y además no hay que olvidar nunca que a los lectores primerizos les suele gustar más los dibujantes un poco más llamativos como Jim Lee por lo espectacular de su dibujo.
Ilustración de la secuela Fantastik four con Medusa y la Cosa

En ese contexto el reinado de Isabel de Inglaterra ha sido largo y próspero acompañada por sus consejeros Nicholas Fury y Stephen Extraño, pero en los últimos días ha habido señales del posible fin del mundo como cielos tormentosos de rayos rojos y demás señales apocalípticas. Además hay que destacar el contexto argumental con tres frentes que se irán uniendo finalmente en uno al final, pero que se pueden dividir en:

El primer frente es el mutante, con el enfrentamiento velado entre Carlos Javier y su academia de nacidos brujos y el miembro de la Inquisición Enrique con sede en Domdaniel España, que salva a los mutantis cuyo aspecto no es diferente, como Petros y Wanda, más viejos conocidos.

El segundo frente argumental que se mantiene activo desde el principio es el formado por la organización de protección del reino de Inglaterra y su reina, formada por Furia y su ayudante Peter Parquagh, así como los espías a sus órdenes Natasha y el ciego mendigo Mathew Murdoch, pugnando por impedir la muerte de la Reina de las conspiraciones del monarca de la lejana Latveria y su rey Otto el hermoso y el más cercano rey Jacobo, con una política mucho más restrictiva respecto a magia y mutantes.

El tercer apartado argumental reúne a los cuatro miembros parte de la nave Fantastik y son los futuros Cuatro Fantásticos, grandes exploradores que buscan el conocimiento y no temen poner en riesgo sus vidas empezando por su carismático líder y seguido por maese Storm y Grimm y la hermana del primero.





Dentro del apartado de guión cabe resaltar el tratamiento que hace del templario Donal y el grado de afectación al convertirse en el dios nórdico Thor, los prólogos de cada capítulo en los que resume de buena manera lo ocurrido anteriormente y el registro utilizado en toda la obra asemejándose a la forma de hablar de la época, así como la cantidad de intrigas que integran todo el volumen. En su apartado gráfico todas las páginas merecen la pena y Kubert hizo un trabajo fantástico haciendo un buen dibujo, vistoso y que deja muchísimas postales para recordar como el Fénix de los últimos capítulos, los monstruos a los que se enfrentan los Fantastik, los mutantes en acción, en especial cíclope y sus rayos calóricos, así como ver a Nicholas Furia en acción con el cuerpo lleno de cicatrices tras toda una vida encargada al servicio encubierto, sin olvidar la transformación a Thor de Donal o las intervenciones de las acrobáticas habilidades de Mathew Murdoch con un estudio completo de la figura de su cuerpo, ya sea bajando de la ventana de un segundo piso como moviéndose con cadenas rescatando a un rehén yendo de apoyo e apoyo hasta el suelo desde una gran altura; en cierto punto recuerda a cierta escena del Capitán América en el que en uno de sus paseos por la ciudad americana de Nueva York avanza colgado entre astas de bandera y se hace un estudio similar de su figura, toda una muestra del talento de estos dibujantes.


La patrulla X formada en el siglo diecisiete


Contando con toda esta premisa nos encontramos con un cómic atrayente y que resulta muy recomendable, es fácilmente localizable en varias ediciones, de las que destaca la originalmente impresa dividida en varios libros, la posterior en un Marvel Deluxe con algún extra como nos tiene acostumbrados esa línea editorial y luego hubo otra posterior un poco más económica en una línea destinada a atraer a nuevo público al mundo de los cómics con ediciones económicas de diez euros normalmente conclusivas salvo excepciones, como la colección de las Secret Wars dividida en dos volúmenes por su extensión, y que es una buena oportunidad para hacerse con auténticos imprescindibles, citando unos pocos de ellos el fragmento de la Saga de Fénix Oscura, la saga de Thor del Dios serpiente, la ya reseñada Marvels la era de los prodigios o el Asalto a la mansión de los Vengadores.
Laboratorio en Latveria del Conde Otto el Hermoso

Con todo concluyo diciendo que este cómic merece mucho la pena su compra y el esfuerzo de leerlo por ser una oportunidad de ver a los personajes Marvel de siempre en una historia con aires de realidad paralela y que además está desarrollada en varios números al contrario que la colección regular What If que dedicaba como mucho dos números a aquellos interrogantes que parecían más interesantes; además si nos gusta podemos aventurarnos con tres secuelas, cuyas historias desarrollan las aventuras de Peter Parquagh y Virginia Dare donde aparecen personajes como el equivalente a Namor, a Iron Man, o al Doctor Octopus y Henry Pym.

JHONNY The Kid

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