Guionista: Dans Jurgens
Dibujante: Phil Jiménez
Entintador: Tom McGraw
El
cómic que voy a comentar a continuación pertenece a un crossover entre dos
colecciones independientes y no tiene ninguna temporalidad dentro de las
cabeceras de las respectivas series por la propia historia, como ya veremos al
final de la reseña.
Para
no explayarme mucho estas dos colecciones atravesaron un momento de mañas
ventas y en algunas de ellas hubo relanzamientos de colecciones, como en los
Titanes de Wolfman y Pérez, donde además de Titanes más clásicos como Robin,
Kid Flash o Donna Troia, se añadían nuevos como pueden ser Ciborg, Starfire, o
Raven, cada uno con un origen muy original y en especial Raven, a la que eligieron
el tándem de creadores para ser el motivo de la creación de unos nuevos
titanes, ya que su padre Trigon era un demonio de otra dimensión que ya estaba
entera bajo su control había puesto sus ojos en este Universo.
Portada del tomo |
Especial mención tiene esta etapa por el gran dibujo de George Pérez y la profundidad de los guiones, que además de contar grandes historias en varios capítulos y no caer en historias autoconclusivas se centraba en los aspectos interiores de los personajes, ya que los autores aprovecharon los orígenes basados en tragedias como el de Ciborg y el accidente de laboratorio que le creó, mató a su madre y dejó mortalmente herido a su padre o la historia de invasión planetaria y posterior esclavitud de Starfire, o el origen místico y bastante atrayente de Raven, criada en una orden mística en un pliegue entre dimensiones y que pondrá el Universo patas arriba, incluyendo a la Liga de la Justicia en algún número del principio de la colección. Pero vamos a hablar del cómic que estamos reseñando en este momento y no tanto de otros.
La
historia comienza en el Siglo XXX en el planeta Titán, poblado por una raza de
telépatas en la que un tirano que conocemos de la serie de los Titanes ha
tomado el control de la población, el Hermano Sangre, que ya apareció en la
reedición de la serie creada por Marv Wolfman y George Pérez, creando una gran
etapa, de la que leí hasta el volumen siete de esa colección, más o menos hasta
la aparición de este villano, y que se editó en la colección de la biblioteca
de clásicos DC. Tras la aclamación de Sangre por todos los habitantes de Titán
surge un habitante inmune a su efecto pidiendo razón y que pare ese
despreciable espectáculo pero es rápidamente despedazado por la muchedumbre, y
así se acaba este corto adelanto de lo que será un gran cómic. Trasladamos a la
acción a la Tierra donde el cuerpo de Superhéroes del Siglo XXX la Legión de
Superhéroes con su habitual buen humor está investigando un caso de saqueadores
de tumbas en Egipto avisados por los lugareños. Al acabar con su intentona de
resistirse descubren un medallón que al levantarlo Leviatán abre una trampilla
secreta que les lleva a una sala secreta que no es lo que se esperaría de una
pirámide de hace milenios: humedad, y sarcófagos de piedra erosionados por los
siglos pasados. En su lugar encontramos otra clase de “sarcófagos”, es decir,
una especie de contenedores con espacio para una persona y que parecen de
construcción bastante reciente, de hecho cuando van a investigarlo abren los
contenedores y no se esperan encontrar a personas y mucho menos a las que se
encuentran: hablamos de los Titanes, héroes de hace mil años, aunque sería
mejor decir que son una parte del grupo: Flash, Troia, Starfire, Arsenal,
Argent, Augurio y Tempest.
Tras
llegar a la base de la Legión en órbita se encuentran a Brainiac está
programando los ordenadores de la Tierra y del Universo para los efectos del
cambio de milenio, y entonces se organiza una pequeña celebración, donde Phil
Jiménez crea una gran ilustración a doble página con todos los legionarios a
bordo de la estación dando la bienvenida a los pocos Titanes que quedan vivos
en el Siglo XXX y que demás no recuerdan nada. Tras la ayuda de Saturn Girl,
telépata poderosa procedente de Titán y miembro fundador de la Legión empezamos
a vislumbrar lo que fue de los Titanes allá en el Siglo XXI.
Vemos
lo que parece una lucha entre los Titanes y el Hermano Sangre y sus acólitos en
las pirámides de Egipto, con Sangre controlando un cetro con una gema de gran
poder; el momento que estamos viendo es cuando la batalla se recrudece para el
grupo de héroes, que ve cómo van cayendo uno a uno, incluido un extrañamente
distraído Nightwing… Es en ese momento cuando se para el doloroso recuerdo, y
los legionarios disuelven la reunión dejando descansando a unos confusos
Titanes que habían acabado discutiendo con la Legión por no querer devolverles
al pasado ni querer resolver el entuerto. En la madrugada del mismo día se
produce un fallo de seguridad y una nave escapa del complejo, dejando numerosas
sospechas cuando los únicos que faltan son los héroes del Siglo XXI. Al final
del capítulo vemos que han aterrizado en la Tierra después de dejar
incomunicados a la Legión vemos que sirven al que será el principal villano de
este tebeo: Universo, otro telépata que los tiene dominados mentalmente.
En
el siguiente capítulo podemos ver el origen de Universo como el telépata más
fuerte de Titán, que en el mismo nacimiento acabó con la vida de todas las personas
presentes en su nacimiento, que fue alimentado a los dos días por el único
habitante que podía acercársele, el mismo que muere por la turba guiada por el
Hermano Sangre al principio del cómic, y que fue criado por máquinas a muchos
kilómetros de cualquier contacto humano. En este mismo capítulo podemos contemplar
la reacción de los legionarios al sabotaje de los titanes y la pugna mental
entre Saturn Girl y Universo, con la pérdida de la misma por la legionaria, que
es salvada de las garras de la muerte por la Legión en una arriesgada acción,
así mismo también podemos ser testigos del plan de Universo de hacerse dueño de
la Tierra y de diversos lugares enviando allí por grupos a los titanes, que son
sorprendidos, ya que, como previó el inteligente y sobrio Brainiac, intentarían
hacerse con ciertos puntos de control esenciales en cualquier estrategia de
control, por lo que envió a distintos equipos de legionarios a detenerlos
aunque la mayoría de ellos falla en la misión de proteger los enclaves debido a
su contención, ya que los titanes están convencidos que la Legión y la Policía Científica son
malvados y tienen esclavizados a todo el universo bajo la organización de
Planetas Unidos.
Una
expedición en la que se encuentra Saturn Girl la lleva a su planeta natal Titán
sólo para descubrir algo que el lector ya sabía, y es que el planeta entero ha
caído en manos de Sangre ayudado por Universo. Tras las batallas en los
distintos frentes como son Washington, Metrópolis, el fondo submarino o Titán,
se dan las diferentes situaciones que irán hilando lo que será el argumento de
este cómic, el enredo de esta historia por así decirlo: en el fondo marino
Argent y Cósmico son empujados por una explosión y dados por desaparecidos,
aunque son salvados por una extraña criatura. Esta situación libera a Argent
del control mental y será clave para la recuperación de la tierra en el frente
submarino. Por otra parte en Titán la desaparición orquestada como supuesta
muerte de Saturn Girl, Mon-el, y Starfire en una explosión provocada por la
telépata cumple su objetivo y Universo deja de tenerla en mente como rival y
libera a Starfire de su control, aunque esta pareja en la nave que las lleva
lejos de sus enemigos no irán muy lejos porque se verán irremediablemente
atraídas por otra nave que comanda a todo un imperio de naves de combate y
quien las lidera es una vieja conocida de los titanes y especialmente de
Starfire, se trata de Blackfire, hermana de esta última y fue la causante de la
esclavitud de su hermana Koriandr futura Starfire, debido a la profunda envidia
que tenía a esta última por poder superarla en todo así como en tener la
ansiada capacidad de volar que tienen los tamaranos, aunque Blackfire no
contaba con ella por una enfermedad contraída cuando nació.
Ahora
los legionarios y los titanes recuperados del control mental tienen tres
frentes en los que atacar. Por un lado y esperando el reconocimiento de la
extraña criatura que los salvó están Argent y Cósmico, por otro el gran grueso
de las filas de los legionarios con Brainiac a la cabeza ocultos en una base
subterránea de la Tierra y por otro Saturn Girl y Starfire con un inesperado y
nuevo aliado en Blackfire que ve cómo Universo no dejará ningún sitio libre del
cosmos, por lo que decide colaborar temporalmente con los buenos y dirigirse
hacia la Tierra con lo que es el ejército de naves más grande que existe
actualmente. Es en esta nave donde practican las dos hermanas tamaranas a los
juegos guerreros de su juventud como puede ser la lucha de bastones y podemos
seguir observando como ese sentimiento de odio que tiene la hermana mayor
contra la titán no ha dejado e existir aunque deben dejar la lucha porque ya se
acercan a la Tierra, con la promesa arrancada a Blackfire de que no atacará la
Tierra totalmente si no es necesario.
La
acción combinada de mando entre Brainiac y Saturn Girl hace que inicien un
ataque combinado a las fuerzas de Universo pero todo se lía debido a que entran
en juego traiciones y desvelos de planes como aparición de titanes en los
lugares donde atacan los héroes, sólo que esta vez Brainiac ha pensado un plan
para recuperar a los titanes que falten y romper el control mental con la
implantación de un chip, siendo Flash el primero en recuperar la compostura y
la realidad, haciendo inmediatamente y con la velocidad habitual el mismo
tratamiento efectivo a Troia. A su vez en el ataque de Saturn Girl y la flota
tamarana descubren con horror que Blackfire está destruyendo Metrópolis sin
contenerse un ápice, tras que Saturn Girl desbloquease los sistemas de
seguridad de la Tierra confiando en su palabra; para despertar y ver algo que
no se le ocurrió imaginar: que Universo tenía dos socios, el Hermano Sangre y
Blackfire.
Tras
esta traición y prescindir de Sangre Universo decide entregar la Tierra a
Blackfire, marchando hacia la construcción que le permitirá ultimar sus últimos
planes, un amplificador con el que someter de una vez a todo el cosmos.
Volviendo a atacar desde dos frentes los legionarios se dividen en dos frentes:
uno se ocupará de intentar detener la invasión tamarana de la Tierra, aún a
costa de sus vidas en muchos casos, como se verá a lo largo del capítulo
mientras que otro contingente, enviado por Brainiac y las suposiciones que
tiene respecto de la misteriosa construcción, se ocupa de la misma, aunque para
poder llegar a ella deberán derrotar al último titán que queda bajo el control
de Universo, Tempest. En esta ofensiva también se unen los desaparecidos Argent
y Cósmico, entre los cuales empieza a surgir cierta relación afectiva. Tras
conseguir llegar a la máquina Saturn Girl consigue dejar fuera de combate, hay
que decir que ha conseguido llegar allí gracias a su control sobre el Hermano
Sangre abandonado por Universo en Metrópolis y a merced de la telépata
legionaria.
De
esta forma quien se sienta ahora en la silla amplificadora de poderes mentales
es Saturn Girl, quien guiada por Augurio, conseguirá volver las tornas al usar
el mecanismo para volver al pasado desde los ojos de Augurio, ya que llega a la
conclusión de que como en realidad los titanes no deberían estar ahí, todas las
muertes ocurridas tanto de población civil como del cuerpo de legionarios no
debieron ocurrir. Así vuelven a revivir el pasado y consiguen contactar con la
Augurio pasada y el Arsenal del pasado al que advierten hacia dónde debe
disparar la flecha para ser un tiro efectivo y evitar el aumento de poder de
Sangre y la muerte de la mayoría de los titanes. De esta manera las dos
apariciones desaparecen dejando grandes dudas entre el grupo que no está
contento de no poder contestar a las preguntas que tienen, pero aún sí
satisfechos de su victoria. Así empieza un nuevo día en la torre de los titanes
en el siglo XXI con un despertar bastante desenfadado por parte de ellos y sólo
una Argent algo desorientada por lo que ella cree que es un sueño.
Considerando
este cómic como algo separado de cualquier serie o cabecera ya que su propio
fina hace que no tenga ningún tipo de continuidad, aunque también provoca que
en el mismo puedan morir personajes que se consideran esenciales y que es muy
raro que mueran y desaparezcan de la serie, al menos de forma definitiva. No hay
ningún tipo de crítica a so apartado artístico, de Phil Jiménez, ni de su guión
que en un corto espacio de páginas es capaz de desarrollar na historia bastante
completa con giros de guión incluidos. Es una buena forma de conocer si no como
primera vez, como segunda toma de contacto a estos grupos de superhéroes.
JHONNY The Kid
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