Al principio, solo había confusión
y caos.
En el corazón de este caos, donde todo era una cosa, apareció un huevo.
Tras salir del vórtice, el huevo dio lugar al Ser Original.
El Ser Original creó dos seres a partir de sí mismo.
El tiempo empezó a avanzar.
El espacio comenzó a expandirse.
Y de nuevo, el Ser Original creó tres seres vivos de sí mismo.
Los dos seres desearon que surgiera la materia, y de ellos surgió.
Los tres seres vivos desearon que surgiera el espíritu, y de ellos surgió.
Una vez creado el mundo, el Ser Original se sumergió en el sueño eterno...
En el corazón de este caos, donde todo era una cosa, apareció un huevo.
Tras salir del vórtice, el huevo dio lugar al Ser Original.
El Ser Original creó dos seres a partir de sí mismo.
El tiempo empezó a avanzar.
El espacio comenzó a expandirse.
Y de nuevo, el Ser Original creó tres seres vivos de sí mismo.
Los dos seres desearon que surgiera la materia, y de ellos surgió.
Los tres seres vivos desearon que surgiera el espíritu, y de ellos surgió.
Una vez creado el mundo, el Ser Original se sumergió en el sueño eterno...
Al
principio de todo, no existía nada o, al menos, casi nada. En el centro de
aquella no existencia había un huevo que, al eclosionar, dio como nacimiento a
Arceus, el dios creador por antonomasia.
Así, ya insuflado con la llama de la vida, dio comienzo al mundo que se conoce: para cumplir con ese cometido, se engendraron Mew, Shaymin así como Dialga y Palkia -los señores del tiempo y del espacio-.
Imagen sacada de http://tdl-amberms.blogspot.com.es/ |
Con Mew, un pokemon en cuyo interior guarda la
secuencia de todo lo creado, provocó el nacimiento de los seres vivos, y por ello Arceus lo escogió como velador de todo el universo; son
los dos únicos que vieron los comienzos de la creación desde el principio. Así
se puede entender que Mew es el “hijo” de Arceus, su creación más perfecta,
pues posee la habilidad de transformarse y aprehender cualquier movimiento que
desee, al igual que Arceus, y contener las secuencias de todos los pokemon a
excepción de su "padre". Es una forma de resolver la
controversia que existe, al considerar a Mew antes como el antecesor de todos
los pokemon por guardar información genética de todos pero que, si se mira con
lógica, es muy probable que Arceus también lo creara como su sustituto cuando
éste se fuera a descansar en un profundo sueño. Dialga y Palkia reencarnan el
concepto del tiempo y del espacio respectivamente; los latidos de Dialga sn el
tiempo que avanza, con la capacidad de viajar en el tiempo. Con la respiración
de Palkia, tanto el espacio como las dimensiones se estabilizaron.
Después
de este trío, Arceus se encarga del firmamento y los astros: aparece Jirachi,
que llena el cielo de estrellas luminosas y tiene la capacidad de conceder
deseos a seres que considere dignos. Por otro lado aparece la pareja equilibrada
entre sí, Darkrai y Cresselia, con los cuales nació la oscuridad y la luz; según el mito el primero no es más ni menos que la sombra de Arceus. El
primero se encargaba de crear pesadillas a todo lo vivo, buenas o malas, en la
luna llena, mientras que Cresselia proporciona dulces sueños. Debido a su
naturaleza tan contraria, cada vez que se encuentran están abocados a
enfrentarse.
La
tierra estaba creada, pero no estaba preparada para la vida. Para ello, se
encargó de ese cometido a los legendarios que tendrían el poder de generar los elementos necesarios
para los seres terrestres: Kyogre sería el guardián de todas las aguas –tanto dulces como
saladas -, a Groudon para las masas de tierra firme, y Rayquaza para los
cambios de clima, vientos y cielo en general. Pero cada uno de ellos deseaba
tener más terreno para sí, y se enzarzaron en una batalla campal que casi
destruye todo lo creado; solo con la intervención de Rayquaza, que los calmó
con un agudo sonido emitido de su boca, pudo calmarlos y sumirlos en un
profundo sueño.
Fanart de Arkeis-pokemon (https://www.deviantart.com/art/Sun-vs-Rain-262340554) |
Regigigas
sería el que, después de que Groudon creara los continentes, los acomodara en
la forma en la que hoy en día se conocen gracias a su descomunal fuerza. A su
vez, aparecieron tres Regis menores, que encarnaban los elementos del hielo, el
acero y la roca, que se encargarían de velar la tierra y todo lo creado en
ella. Cuando Regigigas terminó su trabajo, se sumió también en un profundo letargo, y solo la unión de los tres Regis menores, en caso de cualquier peligro,
lo despertaría. También por esta época, y relacionado con el control de la
corteza terrestre, se creó a Heatran, el guardián de los volcanes, pues estando
dormidos tanto Groudon como Regigigas, no había nadie que pudiera controlar la
tremenda fuerza ígnea.
El
dominio de los mares quedó bajo la atenta mirada de Manaphy, ya que Kyogre se
había sumido en un largo sueño. Pero la extensión de los mares era tan
inmensa, que Manaphy no podía llevar a cabo esa tarea, y le fue concedido el
poder reproducirse en Phione para poder estar en todos los rincones de los
mares.
Una
vez que la corteza terrestre se estabilizó, solo quedaba poblarla de vida. Para
ello, Arceus creó a Shaymin, que tenía la capacidad de volver la tierra fértil
y llena de vegetación; y a Celebi, que podía viajar en el tiempo, con lo que
estableció las estaciones, y convirtiéndose en el guardián de toda la
naturaleza que Shaymin creó.
En
relación con los humanos, Arceus creó a Latios y Latias, como sus protectores y con el objetivo de buscar a aquellas personas que poseyeran un
corazón puro; por otro lado, dio vida al trío de Mesprit, Azelf y Uxie, que
otorgaron a los hombres los dones de la sabiduría, la emoción y la voluntad.
Ho-oh fue creado para representar el sol, que diera luz y calor a toda la
creación, y Lugia como representante de la luna. Ambas aves legendarias tenían
un gran poder y sentían una enorme enemistad mutuamente, atacándose siempre que
podían.
Finalmente,
Arceus creó al trío de las aves legendarias, los controladores de tres
elementos: Zapdos el rayo, Articuno el hielo y Moltres el fuego. Pero estas
aves se tenían una gran envidia entre sí, y no paraban de competir y deseas
destruirse entre ellas, provocando un cataclismo climático a nivel mundial.
Harto de la situación, Lugia decidió parar con la lucha: con su hermoso canto
calmó a las aves, cada una de las cuales se recluyó en sus islas
correspondientes del archipiélago Naranja, y entregó a los humanos una ocarina
con la cual podían invocarlo de nuevo si las aves se descontrolaban una vez
más.
Una
vez hecho todo lo descrito, legendarios para preservar la creación, los pokemon
que la habitarían y todos los ecosistemas posibles, Arceus decidió trasladarse
a su propia dimensión, guardando reposo y solo apareciendo cuando la tierra
estuviera en peligro. En una ocasión, a causa de un meteorito de grandes
dimensiones que amenazaba la tierra, Arceus despertó para protegerla, pero en
su acción por salvar todo lo creado pierde sus tablas; ayudado por un humano,
Damos, pudo recuperarlas todas y descansar de nuevo en su dimensión.
Una
de sus creaciones, que otorgó a las personas –más concretamente a Damos -, fue
lo que pasó a denominarse la joya de la
vida, una gran perla creada a partir de cinco de las dieciséis tablas
existentes:
- Agua para los ríos
- Planta para poblar los campos de bosques y vida
- Tierra para aumentar la fertilidad del suelo
- Eléctrica para combinar los tres mencionados anteriormente
- Dragón para aumentar el poder de las cuatro mencionadas.
De
esta forma, aquel lugar en el que no existía la vida se volvió fértil, y Damos
decidió dedicar un templo en honor al legendario que le ayudó, que con el
tiempo se convirtió en el hogar de la Joya, custodiada por su inmenso
poder.
La
leyenda reza que, siempre que alguien sea digno de ello, acceder a un espacio
especial, llamado Sala del origen, en
la cima del Monte Corona, que según se dice fue el lugar exacto donde Arceus
con sus mil brazos creó todo. La llave para acceder a esta sala especial es la
flauta azur.
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