Spiderman: Vuelta a casa

Guión: Strazcynski
Dibujo: Romita Jr.

El cómic que presentamos ahora cumple con los requisitos que la mayoría de nosotros precisamos de ellos: que nos cuenten una historia con personajes atractivos narrativamente hablando, que cuenten con un argumento correcto que desarrolle la historia y, por qué no en el caso de los cómics con héroes y villanos como los que desarrolla Marvel y DC por ejemplo, que cuenten con un villano a la altura del héroes, y que incluso a veces los superen desde el punto de vista del argumento y de la historia, algo así como el Joker de la película El caballero oscuro.

En este caso el cómic es una aventura de Spiderman que forma parte de una etapa más larga que la que abarca el cómic reseñado. Al principio del cómic vemos como Peter Parker ya está independizado y acaba de cortar su relación con Mary Jane, además desde el principio del cómic se desarrollan las que serán las tramas principales relacionadas con la persona y su alter ego: por un lado Spiderman en una de sus salidas nocturnas conoce a alguien que puede que le cambie la vida al encontrarse a una versión más anciana de él mismo con sus mismos poderes arácnidos y que le propone una pregunta interesante: sus poderes le vienen porque la araña quiso transmitírselos o por un golpe del azar, algo que nunca se planteó Peter pero que ahora sí; también en la vertiente superheroica del cómic vemos al que será el villano, uno bastante bueno tanto por su personalidad como por el planteamiento de su poder: se trata de Morlun, un vampiro que tiene una sed muy especial, de superpoderes, y más específicamente de superpoderes totémicos, como los de Spiderman y el recién conocido hombre que comparte sus poderes y que se llama Ezequiel.

Encuentro entre Spidey y Ezequiel

El mismo le hace ver con un buen razonamiento que muchas veces podrás definirte a ti mismo viendo quienes son tus enemigos mortales, al menos en materia superheroica; con distintos ejemplos hace ver al arácnido que un dios como Thor tiene como archienemigo a otro dios, el odioso Loki, así como el Capitán América tiene como enemigos a seres como Cráneo Rojo y el Barón Zemo, o la Patrulla X tiene como enemigos acérrimos a otros mutantes como Magneto o Apocalipsis, pero en su caso sus grandes enemigos siempre han adoptado formas animales de las que absorben su fortaleza y habilidades: el Escorpión, el Rinoceronte, el Buitre, Tarántula, la Gata Negra,.. La lista es larga, y sólo atestigua el hecho de la naturaleza de sus poderes.

Por otro lado Peter Parker tampoco está exento de poderes; se ve sólo sin Mary Jane, viviendo solo en casa, eso sí con el apoyo de su tía May, que hace que su vida avance dejándole caer que en su antiguo instituto buscan profesorado, eso le recuerda al edificio en el que pasó muchos años de su juventud, años en los que le ocurrieron muchos cambios, aunque también años de dolor para él por el continuo acoso que recibía de gente como Flash Thompson. Tras desayunar con su tía decide echar un vistazo a lo que se ha convertido el instituto y en este caso se cumple la frase que dice que cualquier tiempo pasado fue mejor, y, tras pasar por un episodio un tanto extraño y violento se plantea ser profesor allí al ver que todo ha ido a peor y los profesores ven ese cambio paulatino como normal.

Peter enseñando en el instituto haciendo una labor social

Con todos estos ingredientes se fragua un cómic que, mientras es auto conclusivo ya que el último capítulo ofrece un final también es cierto que deja abierta muchas incógnitas como una mayor indagación en el personaje de Ezequiel, aunque es cierto que esos argumentos se desarrollan en los posteriores volúmenes de la colección Hasta que las estrellas se congelen, Vida y muerte de las arañas y El libro de Ezequiel.

Tía May descubre el secreto de Peter

El desarrollo del cómic es correcto aunque a mí se me hizo un poco corto y con ganas de más, lo cual creo que es buena señal; el personaje de Spiderman está bien descrito y la conversación con Tía May también es una parte importante de la historia, porque no todo es la pelea del alter ego de Peter Parker, Spiderman, sino también su vida real como profesor de un instituto y sobrino de una tía preocupada por él.

Embestida de Spiderman en la que pone todo para vencer al vampiro, que permanece impasible

En un inciso me gustaría recomendar, de paso, aunque no tenga que ver con esta etapa la recopilación hecha por Panini en un Marvel Gold de la etapa en la que dibujaba John Romita Jr. y que sí que se puede considerar un imprescindible con historias como la trilogía en la que Spiderman se enfrenta al Juggernaut, el regreso de la Gata Negra y del Buitre historias intermedias como la aparición del curioso Exterminador de tontos, sin olvidar unos números dentro del gran volumen en la que el entintador fue John Romita Sr., su padre y que da como resultado unas auténticas joyas de este género, y ya hablaremos de él a su debido tiempo.

Como decía antes, una de las mejores cosas que tiene esta parte de la etapa es el villano, un vampiro de poderes superheroicos, idea que no se me había ocurrido, y que, al igual que Galactus y quiere hacer ver a Spiderman, no lo hace porque le odie sino porque le es necesario para seguir existiendo. Además supondrá uno de los mayores desafíos a su carrera de héroes debido a que es un malo de película: no se cansa, no duerme, no come, y cuando toca a su víctima puede encontrarla siempre que quiera. Con esta premisa tiene pinta de ser un villano prácticamente imposible de superar, y así lo percibe Spidey, que viendo cerca su derrota rebusca en lo más hondo de su ingenio y gracias a una oportunidad quizá logre encontrar el único punto débil que pueda tener Morlun; porque como Peter suele decir sólo le hace falta una oportunidad, al fin y al cabo, es lo único que ha tenido a lo largo de su vida.

Como conclusión decir que aunque no sea un cómic de los llamados imprescindibles, con todo tipo de criterios para definir cuándo uno lo es, sí que se puede decir que es un buen paso para empezar a leer cómics e introducirse en esta afición, así como una muestra de la conjunción entre Straczynski y Romita Jr, que no está mal para ir cogiendo fondo de armario e ir empezando a comparar autores y dibujantes.

JHONNY The Kid